Black Mirror: 5 capítulos fundamentales

A nadie le interesa, pero aquí va un innecesario top 5 de episodios de -todas las temporadas de- Black Mirror, aprovechando el furor por los nuevos cinco que largó Streamberry, digo Netflix:

#1 Espejo negro tiene algunos capítulos brillantes como The entire history of you, en donde, entre toxicidades y celos extremos, el vínculo de un matrimonio de jóvenes muy británicos y muy lindos estalla en mil pedazos por culpa de un chip de la memoria que mantiene en la mente un registro perdurable de todas las acciones, secretos y vivencias personales. Una vez transcurrido más de la mitad del episodio, el debate queda inserto y la disyuntiva explicitada: el extrañamiento inducido por el dispositivo tecnológico no es más que un pretexto para evidenciar que ya estamos rotos desde antes.

#2 Be right back es sobre el amor, la muerte, el recuerdo, las tensiones de la memoria y el desdoblamiento de la identidad. También sobre la necesidad de subsanar una cuestión tan natural como el deseo sexual. El amor como un constructo sociocultural constituido por singularidades subjetivas que lo dotan de sentido y significación, y los riesgos de subvertir esos “patrones” cuando interfiere la IA. Todo aparece allí dispuesto, en una casa con dos personajes.

#3 Nosedive está muy bien porque es tan extremadamente explícito y exacerbado en su narrativa como terriblemente próximo y real en su dimensión más descriptiva. Un mundo de vínculos tecnologizados como una proyección ligeramente distorsionada del presente. Ayer mismo me tomé un Uber y, como el conductor manejaba muy rápido y no tenía cinturón de seguridad, le puse 3 estrellas en vez de 5, mientras ensayaba una falsa sonrisa.

#4 Me quedan pocos caracteres (para Instagram) y el poder de síntesis no es lo mío: San Junípero es muy romántico y bello, esperanzador y ochentoso. ¿Qué más?

#5 Loch Henry es el que más me gustó de la flamante temporada. Mixtura dosis justas de tecno-paranoia contemporánea con horror pueblerino y retrato introspectivo de ambiciones creativas de juventud. Cuando estalla la prominencia de lo siniestro, ya lo dijo Freud, es porque el horror subyace en la familia. La verdadera true crime story es -siempre- la propia.